sábado, 18 de julio de 2015

Visita a General Acha

Mi historia con General Acha merece ser contada.
En febrero de 2014 volvíamos en familia de las vacaciones en la Patagonia. Había que elegir un lugar donde dormir a mitad de camino y, para no repetir Santa Rosa, que habíamos visitado a la ida, se me ocurrió conocer una ciudad nueva. Así terminamos en General Acha.
Llegamos al hotel. Descansamos de la Ruta del Desierto. Por la noche decidimos salir a caminar un rato y, cerquita del hotel, veo a mi izquierda una vidriera toda ploteada con imágenes de ovillos de lana. Un paso más, y más lana, y otro paso, y más lana!!! Hoy sé que es una vidriera de 13 metros llena de fotos de lana. ¡En ningún lado vi algo así!
No pude evitar intentar espiar. Era de noche y no podía ver de qué se trataba. Y no me iría de esa ciudad sin saber qué era tanto homenaje a la lana.
Ahí nomás les dije a mis hombres: "Mañana, antes de salir a la ruta, voy a entrar acá. Me van a tener que esperar un rato".
Así fue que al otro día entré con mi Ipad. Pregunté por la persona encargada del lugar. Era Raquel.
"Hola. Soy Bárbara. Tejo y enseño bla bla bla, en ciudades bla bla bla, vengo de enseñar en la Patagonia, estas son las fotos, esto es lo que hago...."
Raquel no tenía idea de mi existencia pero me escuchó con atención. Miró las fotos en la tablet. La invité a hacerse un perfil de Facebook, porque no lo usaba, y así poder conocer más mi trabajo y seguir en contacto. En un papelito rosa le escribí:
"Bárbara Langman - Tejidos. Facebook"
Y me fui.
"No creo que le interese mucho mi propuesta", pensé. Y me fui contenta de, al menos, haberlo intentado.
¡¡Dos meses después estaba otra vez en General Acha!! Y ahora era dando una clase en Expo Ternero.










Hoy tengo un cariño especial por Raquel. Una autentica topadora con gran amor por lo que hace.






Hoy me doy cuenta que aquél día le llevé una novedad, y ella la tomó. Así como se atreve a todo, ese día se atrevió a probar. Consiguió el lugar, convocó a sus chicas y largamos el evento.
Ya hicimos dos clases, una por año, que me llenaron de alegría y satisfacción.
Alegría por compartir con gente linda y entusiasta lo que tanto me gusta hacer. Y satisfacción por haber logrado algo impensado.



Raquel y su vidriera con 13 metros de lana que me invitó a entrar:




Foto en la Virgen al costado de la ruta: 






Y fotos del encuentro 2015 en General Acha:













La topadora Raquel y sus amigas:





Raquel y las chicas de Lexilan:





Hoy tengo gente querida en General Acha, y que me hace muy feliz cada vez que nos vemos.


¡¡¡Gracias Raquel por tanta buena predisposición!!!